En una semana sin duda marcada mediáticamente por la salida de Alex Chubrevich, el Knet & Éniac buscará hoy pasar página especialmente a sus últimos tropiezos ligueros, y buscar la victoria en la siempre complicada cancha de El Serrallo, en Tarragona: “Con una victoria más, que hemos estado muy cerca en tres partidos, no estaríamos tan lejos de una buena situación, a pesar de que no tengamos las buenas sensaciones del principio; pero esto se recupera ganando un partido de los que a priori piensas que es más difícil ganar, casi siempre los de fuera de casa. Hemos jugado bien contra los equipos importantes de la liga y ahora no podemos ser condescendientes y bajar el nivel”, pedía el entrenador Jesús Sala, ayer en la rueda de prensa previa al partido. Esta noche (21.00, El Serrallo), una oportunidad para redimirse.
Viaje. El Knet & Éniac partió ayer por la tarde después de comer hacia tierras catalanas, con el asiento del pívot israelí vacío y la preocupación por David Mesa y Shane Lawal, que han entrenado bajo mínimos por distintas molestias. Pero más que cuestiones particulares, Sala pedía esta mañana “que todo el equipo aporte, lo necesitamos”. Esta exigencia deviene de la evolución de la plantilla en los últimos partidos: “En las últimas jornadas tenemos demasiados jugadores que no están aportando suficiente, en los últimos cuatro partidos podríamos dar aprobado a tres o cuatro jugadores, y seguramente al entrenador no; no critico a mis jugadores”, subrayó, “pero necesitamos un poquito más de ellos, porque somos un equipo muy coral; necesitamos que todos estén bien y que el equipo trabaje en conjunto y así es como somos buenos, si no nos volvemos muy terrenales. Los jugadores son conscientes de ello, hemos tenido un pequeño bache y yo confío en que poco a poco podamos salir y recuperemos esa frescura que tuvimos al inicio de temporada”.
Tarragona. Todo esto para un partido cuyo rival no conoce la derrota en su pista desde la primera jornada. Una de las claves, para Sala, es que “los tres partidos que ha ganado han sido con tanteos bajos, y sabiendo eso tenemos que intentar buscar nuestra capacidad de anotación”, una cuestión de “recuperar un poquito de frescura para ver si somos capaces de ir a un partido de más puntos, porque ahí tendremos muchas más opciones de ganar, sabiendo también que si de algo he hablado con el equipo esta semana ha sido de defensa”.
Así, al rival lo define como “un equipo que lleva varias temporadas en Adecco Oro, trabajando a buen nivel con un presupuesto bastante modesto, con un histórico como Berni Álvarez en el banquillo, que esta temporada ha armado un grupo bastante competitivo que, creo, peleará con nosotros por la permanencia”. En su análisis de la plantilla no faltó el repaso a hombres como el base Devon Van Oostrum, que jugó el Eurobasket con inglaterra, los exteriores Sallie, “un especialista defensivo, un jugador muy físico bueno en el uno contra uno y en el rebote”; yÁlex Alba, “un alero alto de bastante trabajo que no luce a nivel estadístico pero con todos los entrenadores juega bastantes minutos”; e Iván Martínez, a quien ya tuvo a sus órdenes en la selección U20. Tampoco faltan palabras para Jonathan Mitchell, “máximo anotador del equipo, americano, zurdo, no es un gran tirador pero es un buen anotador, capaz de generarse sus propios tiros”; Roger Fornas, “jugador muy grande pero al que le gusta jugar abierto” o Selakovs, pívot letón que estuvo con Mareks Mejeris este verano en la selección y que es un “jugador muy fuerte, que va muy bien al rebote, capaz de jugar al poste bajo sobre mano derecha y con intensidad y trabajo”.
Chubrevich. Hubo palabras también para Alex Chubrevich. “Siempre es un poco una decepción, él y Mareks fueron las dos apuestas claras este año, con contratos de dos y tres años, pensando que son jugadores de futuro, con calidad y potencial físico; tú estás convencido de que el jugador vale, pero él no cree en sí mismo: Alex se castigaba mucho a sí mismo, cada error que cometía era como si cometiese 100, esa negatividad le ha sumido en una situación en la que él no se veía capacitado para hacerlo bien aquí”, apuntó Sala, sin tapujos. Por eso, admitió que“hemos intentado que tirara para adelante, pero como entrenador, cuando un jugador te dice que no se ve capacitado… ponerlo cada día es complicado”. Tanto el técnico madrileño como el directivo Salva Díez tuvieron buenas palabras para un jugador que ha salido “sin costar un euro al club”.
Fichaje. Habrá fichaje, pero sin prisas, ya que “es difícil, porque la idea era conjugar lo deportivo y lo economico. No queremos cometer ningún exceso, pero en ese perfil encontraremos jugadores que están sin equipo, o que vienen de una mala temporada”, adelantó Sala, quien dijo haber recibido ofrecimientos ya de más de 100 jugadores, y que le gustaría contar con uno con experiencia en España, o al menos en Europa, si bien “el que más me gustaba ya nos ha dicho que no”. La premisa es clara: “No tendremos un jugador que venga a salvarnos y ser la estrella del equipo, tenemos que encontrar a uno que pueda aportar y no es sencillo; no me quiero equivocar, ficharlo y arrepentirme, prefiero no tener prisa, puede ser el lunes o dentro de 15 días; hay jugadores que me han ofrecido y me gustan pero tengo que estudiar si se adaptan a las necesidades del equipo y del juego interior”.
Sidao. Salió el nombre del pívot brasileño, recordado por gran parte de la afición, pero su actual lesión impide el fichaje en estos momentos. “Igual hasta dentro de tres meses no puede jugar, tenemos buena relación con él, y con su representante que es el mío. Sé como está, me hubiese gustado que fuera ahora y en agosto, pero se lesionó y el proceso de recuperación de la rodilla de un jugador tan grande es lento. Si todo va bien podrá jugar a lo mejor en marzo; desmiento que lo vayamos a fichar… a día de hoy, el futuro siempre está abierto”.
Página web. Por su lado, Salva Díez valoró la buena acogida que ha tenido la página web del club, inaugurada oficialmente el pasado lunes. “Está funcionando francamente bien, estamos contentos con el número de visitas”, apostilló el directivo.
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