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(elcorreo.com) |
(publicado en elcorreo.com 8-10-2011)
El Palacio de los Deportes de Logroño aprendió ayer otra lección de este nuevo mundo que es la Adecco Oro. Una jornada más, el Knet & Éniac conjugó la cabezonería y dura mentalidad no exenta de épica que le llevaron a dominar la LEB Plata el pasado año, con ese plantel notablemente mejorado, pero esta vez el rival sencillamente le mostró que el nivel ahora es otro, muy superior. Las dos victorias y el anecdótico liderato riojano de este arranque quizá habían suavizado en la previa el efecto de las palabras 'candidato al ascenso a ACB'. Quedó a la vista que las palabras mayores, mayores son.
Es justo decir también que el viento anoche sopló muy poco en favor de los intereses riojanos, y no solo por el potencial del miura rival. A la baja de Mesa se unió la de Galarreta, y luego sobre la marcha llegaron la inhabilitación por faltas de Lawal y Chubrevich, que dejó la pintura local más que justa, dentro el contexto de un arbitraje que también entiende un poco de jerarquías en una liga en la que, por ahora, este Clavijo es lógica cola de león.
La buena noticia es que, pese a todos, el Knet & Éniac compitió una vez más con arrojo, esta vez ante un rival tremendo, al que tuvo bien atado mientras no se acumularon los bofetones en el rostro: en ese inicio cargado de personalidad local y en la gran remontada del final, zanjada con la triste imagen de Quique Suárez derribado en medio de la zona mientras nadie decía nada. Inmerecido final, en definitiva, para lo que fue, de nuevo, un bonito partido de baloncesto.
Valiente inicio
La batalla entre aficiones en la grada y las camisetas de ánimo a 'Superman' Mesa acompañaron el salto inicial que daría paso a una primera mitad vibrante. Arévalo y Bonds mantenían a un descarado Knet & Éniac por delante en el primer intercambio de canastas (13-8, minuto 5), hasta la irrupción del implacable Vinicius (7 puntos en el cuarto) haciendo mucho daño como '4' (21-20).
Los de Sala se sobreponían a las prontas faltas de Lawal y Chubrevich anteponiendo su impecable segunda unidad, cómoda en manos de Mediano (que añadió dos triples) y gozando de los buenos minutos de Mejeris. Los mejores momentos llegaron con la atípica introducción de los dos bases más Bonds como ala pívot (34-29, minuto 16). El silbato cercenó a continuación todo ese trabajo, con la tercera de Lawal y Chubrevich, y una técnica a Jesús Sala. Los riojanos salieron mentalmente del partido y Burgos, simplemente letal desde el tiro libre, enfiló un parcial de 0-10, impensable poco antes desde la base del juego errático y básicamente individualista que venían exhibiendo los de Casadevall. Con todo, el mate sobre la bocina de Vinicius dibujaba la reacción del gigante aturdido al que le habían dejado la puerta abierta (36-43).
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Los efectos del golpe se alargaron durante el tercer cuarto en un Knet & Éniac gravemente herido en su juego interior. Al Burgos le bastó la inercia para moverse en la decena de distancia, con la comodidad del tiro libre (26 lanzados en tres cuartos), con no más oposición que un par de escarceos de Witt. La sangría de faltas en la pintura riojana dejaba además vía libre a Vinicius, Tillman y especialmente Phillip, que amenazaron ruptura (52-67, minuto 28), sin llegar a matar.
Y llegó la reacción. Jeff Bonds la activó, fabricándose en solitario un espectacular parcial de 7-0 entre el final del tercer cuarto y el inicio del último (59-67) e indujo fe a los suyos, sostenidos en la pintura por un Juan Herrero de nuevo protagonista. Entre el capitán y Witt volvieron a meter al Knet & Éniac en un pabellón cuya grada comenzaba a arder (70-74, minuto 35), antes de quedarse perpleja con lo que vendría.
Esto es, Vinicius decidió sellar su espectacular noche proyectando su exuberancia física contra el rostro de Quique Suárez. Burgos siguió jugando, nadie paró el juego, con el madrileño tirado en la zona. A la personal 'consiguiente' al Knet & Éniac le seguiría otra técnica más al banquillo riojano. El resumen dejaba un 74-81 (minuto 37) en el tanteo, franco para que Tillman y Dani López hicieran su trabajo para acabar de aniquilar (74-86) un notable partido que no merecía tan tosco final. Lo arreglaron las dos aficiones, unidas en la despedida al cántico de '¡Clavijo!'.
EL DETALLE
Ford Burgos lanzó ¡33! tiros libres, el doble que el Knet (17), y además lo hizo casi sin fallo (29 aciertos). Algo se palparon las jerarquías, y además el candidato al ascenso demostró que no perdona si le dejan un resquicio. Esto es LEB Oro.
LA FICHA
Knet & Éniac: Witt (15), Arévalo (6), Bonds (20), Herrero (12), Lawal (4) -cinco inicial- Mediano (9), Chubrevich (1), Mejeris (3) y Quique Suárez (9).
Ford Burgos: Dani López (17), Castro, Schraeder (7), Phillip (17), Tillman (17) -cinco inicial- Huertas (13), Aguilar (2), Vinicius (17) y Duarte.
Parciales: 21-20, 15-23, 18-24 y 22-23
Árbitro: Álvaro López y Asier Quintas. Expulsaron por faltas personales a Lawal y señalaron dos técnicas al banquillo riojano.
Incidencias: Unas 1.400 personas en el Palacio, entre ellas unas 200 venidas de Burgos, que animaron sin cesar a su equipo.
EL PROTAGONISTA
Jeff Bonds activó la remontada cuando el partido parecía muerto en el tercer cuarto y tiró del Knet & Éniac en todas las facetas. Volvió a rozar el doble doble (20 puntos, 8 rebotes).